Bienvenido a mi blog

¡Hola bloggers! Soy una chica normal la cual a creado este blog para enseñaros mis novelas. Quiero enseñaros mis creaciones porque soy una amante de los libros, me hacen volar y viajar hacia miles de historias y quiero intentar trasmitir esa pequeña felicidad a otros lectores.
Subiré mi primera novela llamada <>, la cual espero que os guste. En los comentarios podreis hacer criticas y opiniones libres. También hare encuestas en las que podeis participar anonimamente.

Despues de decir esto, quiero añadir que me encantaria cumplir mi sueño de conseguir escribir un libro el cual pueda ser publicado, y me encantaria conseguirlo gracias a vuestro apoyo. Para ello necesito vuestra sincera opinión sobre lo que escribo, porque odio que me digan que algo esta bien si no es así.

Gracias por visitar mi blog.

martes, 1 de octubre de 2013

*Luciérnagas de la noche*_Capítulo 3

7años antes
La madrugada fría de primavera comenzaba con los relajantes piares de los pájaros. La hierba del campo se movía al compás del agitar de alas de una mariposa que paso frente al arrollo. Las rosas y tulipanes parecían decorados con diamantes debido al rocío.  El viento soplaba desde el este y ondeaba su pelo rojizo como el fuego que acariciaba su delicado rostro. Sus finos labios cantaban una canción.
                  Tú, caballero con tu montura negra.
             Que cabalgas por el cielo.
                   En busca de tu princesa.
              Que en la torre descansa con nostalgia…
Cortó una rosa con sus tijeras de plata y la lanzó al agua. Sus ojos color miel contemplaron como una mariposa la cual había visto segundos antes se posaba en un pétalo de la flor.
         Lanza una rosa marchita al vuelo.
               Dulce caballero recógela con deseo
         Que sin sorpresa…
-…ella la aceptara con un te quiero.
No pareció sorprenderse. Seguía sentada en el jardín mirando la corriente del arroyo.
-Á llegado una carta para ti.
Su hermana la dejó a su lado y por el crujir de la hierba la muchacha dedujo que había vuelto a casa. No quiso comprobarlo ya que estaba muy cómoda apoyada en aquel robusto árbol.
          Con tan solo un te quiero caballero.
             Abrirás, todas las puertas del cielo.
Cogió la carta y contempló el sello de cera de la apertura. Era una espada en forma de T con una serpiente en forma de S. Theon Smith

Mí querida Emma:
He estado pensando mucho en tu hermana y tú estos últimos meses. Por eso debo pediros que vengáis a Londres con migo. En el sobre tenéis dos pasajes para el barco que os traerá aquí. En el puerto habrá un carruaje negro esperándoos. Tan solo tenéis que decir vuestros nombres y ellos os llevaran hasta vuestro nuevo hogar.
 Creerme Londres es un lugar con un gran encanto.  Sé que  echareis de menos Nueva York pero vuestro viejo padre está enfermo y quiere pasar lo que le queda de vida con sus preciosas hijas.
        Theon Smith.

Emma se levantó de la hierba y cogió los pasajes del barco. Entró en la casa de madera del bosque y cruzó el pequeño pasillo hasta llegar al salón. Le entregó la carta y las entradas a su hermana que estaba contemplando el fuego de la pequeña chimenea.
-¿Qué es esto Emma?
-Es una carta de padre.
Su hermana cogió la carta y la leyó en menos de lo que canta un gallo. Después la arrugó y la arrojó al fuego.
-Ve a tu cuarto y haz las maletas.
-¿Qué?
-Nos mudamos a Londres- murmuró.

A la mañana siguiente las dos hermanas estaban contemplando el puerto. Era una mañana fría y la humedad de la brisa marina hacia que a Emma se le rizara el pelo bajo su sombrero negro con plumas de cuervo. Su vestido azul marino con bordados blancos resaltaba su pálida piel. Su hermana vestía un viejo vestido de su madre, amarillo anaranjado que resaltaba con su sombrero negro con dos rosas blancas. En sus ojos color caramelo se veía reflejado el gran barco de vapor que tenían delante.
-Es impresionante.-dijo para sí misma sin dejar de mirar lo que tenía delante.
-Perdonen señoritas ¿les ayudo con el equipaje?
Miró hacia su izquierda y vio un joven no mucho más mayor que ella. Con el pelo despeinado y con un uniforme rojo con hombreras negras. Y una gorra la cual a Emma le resulto peculiar. Su hermana lo miró de arriba abajo y le mostro una sonrisa falsa.
-Tenga sumo cuidado con su contenido, si llega a sufrir algún daño haré que lo pague caro.
El chico tragó saliva y Emma pudo ver en sus ojos verdes la palabra miedo escrita en mayúsculas. El muchacho cogió temeroso las cuatro maletas y las subió por la rampilla de madera que unía el barco con el muelle. Emma se preguntaba  por qué su hermana había sido fría con aquel chico, y por qué necesitaba llevar tres maletas para meter los pocos vestidos que tenía. Y encontró una respuesta.
-¿Has traído ese estúpido libro?- masculló enfadada.
-De verdad, ojala aprendas a valorar más el don con el que has nacido, hermanita.
Le fulminó con la mirada pero no pareció importarle. Emma sabía que cuando su hermana era cruel no había nadie que la superara, era como su madre. Subieron por aquella rampa la cual estaba muy alta y al llegar arriba su hermana fue directa hacia el camarote. Contempló como se alejaba y se alivió.
-La popa es un lugar precioso en el amanecer, y si te gusta el anochecer, ve a la proa.
La chica se sobresaltó y miró por encima de su hombro. Era el chico que les había subido las maletas.
-Bueno, teniendo que soportar a ella yo también querría estar solo.
-Mi hermana es buena persona solo que no tiene buen día.
La verdad es que desde que su padre se fue a Londres ella se sentía más sola que nunca.
-Me llamo Tim Serna ¿y usted?
-Emma, Emma Smith.
 Le estrechó la mano pero esté en vez de estrechársela la cogió delicadamente y la besó. La chica se sorprendió, nunca antes se había presentado así con nadie.
-Encantado, pero ahora debo ir a trabajar, no podemos quedarnos en tierra si queremos ir a Londres.
Se dio la vuelta y camino hasta entrar  por una puerta en la que se leía “Solo empleados”. La chica suspiró y se sentó en la popa como le había dicho Tim. Era cierto, se veía el cielo pintado de morado, naranja y azul.  Un humo sucio empezó a elevarse hacia arriba. No había ni una sola nube a la vista. Una multitud de personas se despedían de sus seres queridos con pequeños pañuelos de color blanco. Miró a través de la barandilla, olas  se movían tranquilas, el agua brillaba con el sol, y hacia que el reflejo se viera naranja. Levantó la cabeza, ahora las personas eran pequeñas manchas de colores que se dispersaban para volver a casa. Contempló como se alejaba de su hogar, de su casa, de su pasado. Una cálida lágrima bajó por su mejilla. Odiaba llorar, se quitó la  diminuta lágrima con la manga de su vestido y miró de nuevo hacia el agua, pero esta vez se fijó en el movimiento de las olas, en su color, en la brisa y el sol. Pronunciando así las palabras <<Ritz aqua ret bona>> levantó los brazos y varios delfines salieron a la superficie, delfines de agua cristalina que brillaba como miles de diamantes gracias al sol, jugando y mezclándose con la espuma que dejaba el barco a su paso. Se apoyó sobre la barandilla con ambos brazos y comenzó a cantar.
   Marinero de agua dulce.
           Sigue tu sueño de cabalgar sobre el océano.
   Oh pequeño tripulante
            Contempla los delfines saltar en el horizonte
   Donde más haya, de la tormenta y el largo viaje
          Solo hay aventura

   Y ganas de vivir.